Menú Principal
23 de Julio de 2020

El invaluable aporte de las costureras en la confección de mascarillas

Rancagua, 23 de julio de 2020.- Cuando ya se han superado los cuatro meses de emergencia sanitaria y las energías parecen decaer, es la solidaridad más pura y profunda la que se asoma como un aliciente para que los equipos de salud y toda una sociedad continúe en pie haciendo frente a la más grave crisis de la cual esta generación tenga recuerdos. Entre el cansancio y la incertidumbre, aparecen decenas de mujeres que con máquina de coser en mano se dispusieron desde un principio a la confección de mascarillas cuyo valor protegiendo la salud y salvando vidas es incuantificable.

Una de estas valiosas mujeres es la señora Silvia Gutiérrez, quien hasta antes del confinamiento participaba del Programa Más Adulto Mayor Autovalente del CESFAM N° 5 de Rancagua. Silvia cuenta que “las kinesiólogas del programa nos preguntaron si contábamos con máquina de coser y nos ofrecen la oportunidad de cooperar en la confección de mascarillas. Ha sido una experiencia enriquecedora porque jamás pensé que podía llegar a hacer mascarillas”.  

Añade que “el Servicio de Salud ha sido muy importante pues nos ha facilitado los elementos y nos da las instrucciones para llevar adelante este proceso. Ellos han estado siempre pendientes de cómo estamos en primer lugar, y de cómo va el trabajo”.

Sin duda que tanto para Silvia, como para cada una de las personas que ha servido como eslabón para esta gran cadena de amor y solidaridad, esta experiencia límite dejará grandes enseñanzas en cuanto a valorar a las personas y a las instituciones. Como lo deja ver Silvia al expresar que “me gustaría seguir aportando en lo que pueda con el Servicio de Salud y su personal”.