• Dentro de las virtudes del centro de salud, el profesional destaca el compañerismo y la buena relación con la comunidad.

Lolol, 15 de noviembre de 2022.- Trabajar en lo que te gusta y sumar a eso un buen ambiente laboral, son elementos valiosos para rendir al máximo en tu trabajo. Este es el caso de Felipe Morales Molina, médico en Etapa de Destinación y Formación (EDF) quien, pese a reconocer que “en la práctica hay más trabajo de lo que se ve desde afuera”, se ha mostrado muy satisfecho con su decisión de comenzar su desarrollo profesional en el Hospital de Lolol. 

Al ser consultado sobre el porqué de su decisión de escoger esta comuna, el profesional comenta que “soy de Rancagua y llegué a Lolol porque mi hermano hizo un reemplazo aquí como médico en septiembre del año pasado y él me comentó que Lolol era buena opción ya que, además de ser una buena plaza para los EDF (plaza A), había un buen ambiente laboral y una buena calidad de vida. Por lo tanto la idea era postular ambos a Lolol y poder vivir juntos”.

Felipe explica que ahora se encuentra a cargo del Programa de Dependencia Severa el cual “da harta pega, siempre pasa algo y hay que estar resolviendo en todo momento como la necesidad constante de receta, un paciente que se descompensa, por lo que siempre hay que estar pendiente de eso”. 

Uno de los puntos que destaca el funcionario es la interacción con la comunidad afirmando que “en general soy bueno para conversar y tirar un poco la talla, por lo que nos hemos llevado bien, la gente acá en Lolol es súper respetuosa, igual se ve un poco de esta experiencia paternalista que había antes con la medicina, donde el médico estaba un peldaño arriba, que no es realmente como a mí me gusta ver la profesión, pero acá se mantiene por lo que son bien respetuosos, pero la gente es súper buena onda, simpática y solidaria, son bastante buenos pacientes, por lo que me he llevado en general bien con ellos”.

La solidaridad entre sus colegas es otro de los aspectos positivos que ha descubierto durante su paso por el hospital, la cual se aprecia especialmente cuando ocurren situaciones de gravedad. “Hace poco hubo un accidente de tránsito grave, el doctor Morales, que era el que estaba de turno, solicita ayuda y justo en ese momento había unas colegas que vivían acá en Lolol y otro colega que se encontraba cerca de acá, por lo que fueron los tres médicos quienes llegaron a apoyar. Había cuatro pacientes que estaban realmente graves, por lo que sin este nivel de compañerismo entre nosotros, alguna de estas personas podría haber fallecido”, ejemplifica el médico.

En cuanto a sus proyecciones, Felipe planifica quedarse en Lolol “por lo menos 3 años, eso es lo mínimo que yo creo que lo voy a cumplir y luego ver si es que sigo los 6 años, dependerá de cómo me sienta y cómo evolucione en el hospital y más a futuro, me gustaría especializarme en la parte quirúrgica, estar más metido en pabellón. Traumatología es algo que me interesa harto y que podría ser mi primera opción por el momento, pero me metí en esta etapa de general de zona para saber si aparece algo que me guste aún más, por lo que mi futuro está abierto todavía”.

Finalmente el profesional decide dejar una recomendación a quienes sigan la etapa de destinación y formación, destacando que “la experiencia de calidad de vida, laboral y las relaciones con la gente que me ha tocado compartir aquí es súper buena. Si alguien tiene que postular a Lolol el próximo año, yo se lo recomiendo. La relación que hemos hecho con la gente y los médicos en estos cinco meses ha sido súper buena”.