La importante labor de los auxiliares de servicio en el Hospital de Lolol
- En el período de pandemia han debido triplicar su carga laboral y recibir capacitación con el fin de evitar brotes intrahospitalarios.
Lolol, 8 de abril de 2022.- Si algo cambió respecto a nuestro diario vivir con la llegada de la pandemia, fue la importancia que se le dio a la desinfección tanto corporal como material. Todos los estudios coincidían era en la importancia del lavado de manos, del uso del alcohol gel y del cloro para limpiar las superficies, situación que en los hospitales debe aplicarse con aún más rigurosidad, recayendo la responsabilidad de la desinfección de espacios, en los servicios de aseo de cada establecimiento.
Bien lo sabe el equipo de auxiliares de servicio del Hospital de Lolol, encabezados por la kinesióloga Karen Cifuentes, quienes con la llegada de la pandemia, debieron reformular sus pautas de trabajo. La profesional explica que “en general ha cambiado en muchos ámbitos, ya sea en el tipo de funciones que realizan y en la periodicidad, se han tenido que volver a capacitar sobre el uso correcto de los elementos de protección personal y sobre las infecciones asociadas a la atención de salud, específicamente en la prevención para COVID-19. Siempre han mostrado buena disposición e interés hacia ello, sobre todo para mantener el bienestar de los funcionarios, usuarios y sus familias”.
Lo expresado por la jefatura, es reforzado por la auxiliar del Servicio de Policlínico, Elizabeth Gálvez López, quien tras cuatro años trabajando en el Hospital de Lolol, afirma que dentro de las diferencias de la carga laboral antes y después de la pandemia, está el “desinfectar más y más veces, antes un box médico se hacía una vez al día, pero no se desinfectaba tanto como ahora se tiene que hacer. Ahora se hace de dos a tres veces por día, siendo lo más pesado el aseo terminal, que se hace cuando llega un paciente con síntomas”.
No solo las diferencias se vieron en la cantidad de trabajo, su vestimenta también tuvo que cambiar, “cada vez que nos toca hacer aseos terminales, nos colocamos nuestros elementos de protección como la pechera, la cofia, antiparras, guantes, entre otros. Bien envueltos con nuestros implementos a la sala del REAS, porque como viene gente a tomarse el PCR y todos esos residuos van a esa sala”, aclara Elizabeth.
Respecto a la importancia del trabajo realizado, la profesional encargada del equipo sostiene que “el impacto es muy significativo, si ellos no aplicaran las normas correspondientes a la limpieza y desinfección de las diversas áreas del hospital, fácilmente podría existir un brote intrahospitalario, y esa situación afortunadamente no ha sucedido o han sido casos muy aislados, por lo que queda claro que ellos sí han realizado un buen trabajado durante toda la pandemia y eso se agradece enormemente.
Karen nos relata alguna de la situaciones por las que han debido pasar durante este período detallando que “uno de los momentos más duros fue en el inicio de la pandemia, debido a la ansiedad que producía el desconocimiento de la enfermedad y cómo enfrentar la pandemia, luego que fueron pasando los meses y se fueron capacitando y acostumbrando al nuevo sistema de trabajo la rutina diaria se fue convirtiendo en algo más llevadero. Los auxiliares en todo momento mostraron mucho interés en el tema, sabían que su labor era fundamental para el control de la pandemia sobre todo en el hospital”.
“Creo que los momentos más gratificantes se va dando en el día a día, al darse cuenta ellos mismos que su labor ha dado muy buenos resultados, al recibir el agradeciendo de parte de las jefaturas y sus mismos compañeros de equipo, al mantener sanos y libres de contagio a su familia y la comunidad”, finalizó la funcionaria.