Mitos y realidades del proceso de procuramiento
- Director del Servicio de Salud y coordinadora regional de Procuramiento, abordan el procedimiento de donación y trasplante de órganos.
Rancagua, 23 de marzo de 2023.- “El procuramiento de órganos se define como el proceso que comienza con la detección de un potencial donante fallecido hasta la extracción de sus órganos, permitiendo convertir donantes potenciales en donantes efectivos. Si bien existe amplia información sobre cómo se implementa el protocolo, todavía hay una serie de mitos que provocan la indecisión de las personas al momento de tomar la optar por ser donantes”, destacó el director del Servicio de Salud O’Higgins, Jaime Gutiérrez.
Junto a la enfermera coordinadora regional de Procuramiento y Trasplante de Órganos y Tejidos de la institución, Ingrid Cabezas, abordaron algunas situaciones que se contraponen con la realidad. “Uno de los mitos más frecuentes es la posibilidad de que la persona no esté realmente muerta cuando se diagnostica la muerte cerebral. Esto es falso ya que para diagnosticar la muerte cerebral existen rigurosos procedimientos médicos y estrictos protocolos técnicos avalados internacionalmente”, aclaró la autoridad de salud.
Otro rumor es el referido a que “si comunico que soy donante, al llegar a un servicio de urgencia no harán los esfuerzos suficientes para salvar mi vida. Esto queda descartado puesto que los médicos trabajan siempre intentando salvar la vida de los enfermos. El equipo de trasplante no tiene relación con el posible donante hasta que los médicos que lo atienden determinan que todos los esfuerzos realizados para salvarlo han sido inútiles”, explicó Ingrid Cabezas.
La Coordinadora también se refiere a aquel mito que menciona que “basta con indicar en mi carnet de identidad o en un documento ante notario que quiero ser donante para que se respete mi deseo. Lo que no es del todo correcto puesto que, si bien, cualquier registro que exprese la voluntad del donante sirve, sin embargo, finalmente es la familia quien autoriza la extracción”.
Finalmente, la profesional de enfermería también advierte que existen un par de ideas que no se condicen con la realidad, en temas financieros: “una de ellas es la que afirma que, si la persona dona sus órganos, es su propia familia quién deberá costear la operación, cuando en realidad lo que estipula la legislación, es que los gastos vinculados a la extracción de órganos, deben costearse por el sistema previsional del receptor”.
“A esto se suma el mito que solo se trasplantan las personas que pueden pagar por un trasplante, cuando en Chile, la mayoría de las personas que requieren un trasplante, tienen el financiamiento asegurado. El sistema público o FONASA financia los trasplantes de riñón a través del GES y los de pulmón, corazón e hígado mediante el programa de enfermedades catastróficas. Las isapres a la vez tienen la misma obligación y para ello cuentan centros privados de derivación”, complementa la referente.