• La institución de salud trabaja en prevenir los efectos en los funcionarios de salud por el brote COVID-19, que puede generar estrés y alteración en la salud mental.

Rancagua, 08 de mayo 2020.- La pandemia del coronavirus ha generado una serie de modificaciones en la vida de las personas. La incertidumbre de enfrentarse a un virus desconocido, el mantenerse al interior de los hogares, la distancia física que se debe resguardar y también la merma económica que ha significado para las familias, son factores que pueden tener graves consecuencias en la salud mental de las personas. Esta situación se hace aún más patente en los trabajadores de la salud, quienes se ven expuestos a mayores factores de estrés, los que pueden agudizarse y afectar su bienestar y salud mental. 

El Servicio de Salud tiene la responsabilidad de proteger  a los equipos de trabajo, para crear las condiciones que cuiden y favorezcan la salud mental. Es en este contexto, que la Dirección de Atención Primaria (APS) del Servicio de Salud O´Higgins está trabajando en la entrega de herramientas, a los equipos de salud que arriesgan padecer síndrome de Burnout (agotamiento físico, emocional o mental). En este sentido, se han compartido instrumentos que orientan el qué hacer frente a este tipo de situaciones. 

Al respecto, Cecilia Aravena, sicóloga y jefa de Departamento de Desarrollo y Gestión del Modelo de Atención y Calidad de APS del Servicio de Salud O´Higgins, apuntó que “hoy más que nunca se hace necesario precisar algunas medidas prácticas a tomar en cuenta, tales como: Identificar y atender emociones, sentimientos y/o síntomas, ya que se está trabajando en condiciones distintas a las habituales, bajo presión, temor e inseguridad. Debemos observar cómo está el ánimo, sueño, apetito, energía, cómo son sus pensamientos, sus relaciones interpersonales. Cabe recordar que atender la salud mental es tan importante como cuidar la salud física”. 

Sobre las recomendaciones específicas que deben tener los equipos de salud, la profesional relevó que “el autocuidado es parte de lo que debe realizar de manera regular y especialmente en tiempos de sobrecarga, para ello se recomienda tiempos de descanso, realizar pausas durante el trabajo, alimentarse saludablemente, realizar actividad física, tener horas de sueño suficientes. Realizar ejercicios de relajación e imaginería, dentro de lo posible darse tiempos de entretención y potenciar relaciones positivas y saludables. Aunque la indicación es aislamiento social, mantener el contacto con la familia, amigos y personas significativas a través de medios digitales es una alternativa que permite comunicación y cercanía. Conversar acerca de lo que nos pasa, nos calma y equilibra. No olvidemos recurrir a estas personas de confianza para recibir apoyo en momentos de crisis”, concluyó.